Memoria

por Diorella Fortunati

 

En esta obra convergen el anhelo de acceder a una vivienda propia, la posibilidad de hacerlo mediante lo azaroso que resulta salir sorteado en un crédito hipotecario como el PROCREAR, los requerimientos de una familia compuesta y la evidente condición de resolverlo con un monto realmente acotado de dinero.

Contexto

La vivienda se sitúa en Moreno Sur, más específicamente en un pequeño barrio recién loteado del conurbano Bonaerense sin más servicios públicos que alumbrado. Situado a 50km de la Ciudad Autónoma de Bs. As, con calles de tierra y veredas indefinidas como las parcelas mismas. Pocas construcciones vecinas, un loteo continuo que no contempla retiros y con ello la certeza del perfil que tendrá el barrio en unos años. Resolver la seguridad de la vivienda parecía ser el mayor desafío junto con el presupuesto disponible: aproximadamente ARS $ 450.000

Investigación

No bastaba sólo con emplear una materialidad austera y de larga durabilidad, debíamos resolver otra gran variable: simplificar y abaratar la mano de obra. Con la utilización de una estructura completamente racional, sin mayores esfuerzos, conjuntamente con la velocidad que brinda la sistematización, lograríamos disminuir los costos y tiempo de obra. Para ello decidimos utilizar losetas pretensadas con junta tomada que quedarán a la vista, apeadas a vigas compuestas por perfiles normales que descansan en columnas de perfiles U. Con las cubiertas de escurrimiento libre la vivienda adopta una estética liviana donde lo único que se evidencia desde la vía pública es el perfil de una viga de una altura insignificante, 15cm, que apoya sobre las medianeras. El cajón de hormigón a la vista que flota por debajo, separado de las medianeras por mesadas de hormigón alisado, conforma un espacio de guardado que se repite en los tres dormitorios brindándoles intimidad y resguardando las vistas desde el exterior, mientras que recorta las visuales desde el interior sesgando la mirada sólo al cielo y las copas de los árboles. A su vez, genera una proporción apaisada que pronunciamos mediante el empleo de un encofrado de tablas horizontales y una altura interior mínima.