JACARANDÁ
NOMINACION
GOLDEN TREZZINNI AWARDS
2023
Ubicación: Ituzaingo, Prov. de Buenos Aires, Argentina
Proyecto y Dirección: Arq. Diorella Fortunati
Diseño mobiliario: Daiana Ferreira
Colaboradores: Marisa Caudi
Construcción: Morton 51st
Superficie construida interior: 40 m²
Superficie construida exterior: 15m²
Año de proyecto: 2021
Año de construcción: 2022
Fotografía:
sesión 1 - Federico Kulekdjian
sesión 2 - Matías Godec
Reconocimientos:
- Nominación Golden Trezzinni Awards 2023
Sesión 1
Memoria
por Diorella Fortunati
El interrogante continuo de este proyecto fue el espacio de guardado. Los comitentes, una familia multiespecie formada por una mujer y sus dos perras, debían pasar de una vivienda de mayor superficie a un departamento de 40m² interiores y 15 exteriores como vivienda permanente.
El espacio estaba previamente determinado por una estructura de hormigón visto y grandes superficies de vidrio hacia ambas calles: Camacua al Oeste y Olazabal al Norte, en un primer piso con vista a la ciudad de Ituzaingo.
Comenzamos por caracterizar el área social, el corazón de este proyecto, a través de una pieza cuadrada situada en medio del espacio: una isla. Dado que en tan pocos metros cuadrados debíamos optar por la cantidad de muebles a disponer, elegimos unificar el espacio de cocina y la actividad de comer en un mismo mueble de 90 cm de altura frente a la mesada preexistente de hormigón alisado. El mismo contiene el horno con su respiración, una baulera como despensa, vinoteca, estantes para vajilla, cajones de diversos tamaños para acompañar la cocina y una tapa de cuarzo que vuela sobre dos de sus lados para admitir cuatro banquetas por debajo y a sus usuarios sentados a modo de mesa. Sobre ese ismo ala del mueble se plantearon tomas corrientes ocultos y estantes para que durante el día sirviera de espacio de trabajo y sectorizar así el guardado de documentos, computadoras, y artículos de escritorio. El mismo sector está acompañado por un estante flotante de chapa doblada negra que sirve de apoyo para libros y cafetera. De esta forma, la cocina se extiende de pared a pared prácticamente sin que el ojo lo perciba, al disgregar cada uno de los elementos utilitarios en un mueble de diseño.
Otra decisión que exacerba lo antes dicho fue haber retirado la heladera del sector cocina para brindar un espacio de guardado de 60 cm de profundidad al único dormitorio, y situar en el palier de distribución un mueble vertical de piso a techo que contiene (y oculta) la heladera, el lavarropas, el termotanque, una baulera y una bacha para lavar.
En el dormitorio decidimos disminuir la profundidad del placar preexistente empotrado de 60 a 30 cm para un mejor uso del espacio donde iría la cama, y cambiamos sus puertas blancas por unas antiguas restauradas de una demolición. Dispusimos tres puertas de abrir de madera de cedro de 2.40 m de alto con vidrio repartido en su parte superior, lo que identifica este espacio como único. Un módulo de ajuste luego de las puertas, toma la pared formando las mesas de luz y una estantería para más libros en melanina blanca para vincular lo antiguo y lo actual. Pusimos cortinas y almohadones de un mismo textil: tusor visón, para brindar privacidad y oscuridad sin recurrir a un blackout.
Elegimos para el estar, completamente vinculado con el área de la isla, textiles en tono ocre y amarillo, en contraposición con el laqueado verde de parte de los muebles de cocina. Ambos espacios se vinculan sutilmente por la repetición de un nuevo estante de chapa doblada negra suspendido sobre el sillón para la ubicación de un proyector. De este modo, si bien hay diversos colores y texturas el espacio se encuentra en armonía a través de la repetición de ciertos elementos, otro de ellos son las cortinas de gaza blanca que cuelgan suspendidas del techo en toda el área social.
Todo el proyecto se completa recién con el armado de la terraza ajardinada, donde cuelga una hamaca paraguaya y crece un árbol de damascos; y el macetero al oeste con vegetación que nace a nivel del piso terminado, por lo que abrís las ventanas y se mete ese mundo en el interior de la casa.
Cada uno de los muebles fue hecho a medida para el espacio y el uso. Por ejemplo, el baño con su bacha de mármol turco del exacto ancho de la ventana vertical y la grifería negro mate en la pared de cemento alisado. El resto de ese espacio lo conforman un vidrio completamente traslucido de seguridad con marco negro que enmarca la ducha. La misma cala el solado en el mismo material armando un desagüe escondido en esos 3 cm de diferencia. Una pared con revestimiento cementicio dispuesto en forma de espiga y un artefacto de iluminación lineal que flota sobre la mesada-bacha de color negro al igual que las griferías y la ventana.